Estaba parado ante la puerta VII
Uno siempre tuvo que abrir puertas a lo largo de su vida, pero nunca se da cuenta en el momento adecuado, y ésta iba a ser la primera vez en que me proponía abiri una... debía abrirla.
A decir verdad, se había convertido en una obsesión, estaba intentando buscar excusas para poder atravesar alguna de las puertas.
Claro que son varias! Hay muchas puertas, pero por alguna razón, sólo estás ante una. Una única puerta. Cerca hay mas puertas... las conocés, sabés que están ahí. Pero no las ves. Sólo esta.
Imaginaba cosas.
Tuve un sueño increible. En el sueño me encontraba en un lugar maravilloso, en una situación impecable. Me dije a mi mismo, en el sueño, que esto debía ser lo que encontrara detrás de la puerta que me tenía obsesionado. Era la excusa que tanto había buscado.
Estaba completamente decidido a cruzarla al despertarme. Pero no fue así. Simplemente no recordaba. Recordaba la sensación, sabía que había encontrado mi puerta,... pero no recordaba lo que había pasado en mi sueño, lo que me había motivado, lo que me había dado seguridad para entrar!
La puerta se hizo mas grande me intimidaba. Volvía a ser el niño que no sabe como atravesarla y me dejaba prepotear por la puerta. Es raro que no hubiera podido recordar aquella situación,... porque tengo muy buena memoria. Pero también tengo buen olvido... ventajas?
Era la puerta de los sueños.
Asi de simple. Entendí que la puerta en la que debía entrar, era la entrada a ese mundo maravilloso. Esa era la sensación! Lo maravilloso me esperaba del otro lado del umbral. Y me lo había dicho el propio sueño.
Mientras abría el picaporte, entendi que uno siempre sabe que esa puerta está (existe),... que hay que atravezarla. Pero mucas veces no sabe bien de que lado está. Esto es un sueño... esto ya lo viví.
Uno tiene que aprovechar cuando vuelve de un sueño, porque es un instante mágico en donde lo real y lo otro estan fundidos,... como amantes. Si uno camina sigiloso mientras pasa entre ellos, no se dan cuenta de que uno ya no está dentro de uno y yendo hacia el otro. Es el momento en que las cosas, las reales, parecen volar, parecen resolverse,... parecen sonar mas claro, sin el bullicio de la realidad.
Desperté. Me di cuenta de que estaba delante de la puerta... igual que siempre, igual a todas... tan pequeña, sobria... simple.
La abrí si más y pasé...
Desafortunadamente para ustedes no voy a describir lo que había del otro lado, porque éste es de esos casos en que no hace falta explicarlo. Son esas ocaciones en que uno se da cuenta de que todo lo que sabe ayuda, pero que realmente no sabe nada... siempre se aprende, nunca se deja de hacerlo.
... lo único que puedo decir es que me tendío la mano alguien a modo de invitación y no hizo falta darme cuenta de que era yo mismo.
Bienvenido. otra vez
Escrito por wimpi a las 12 de Agosto 2006 a las 01:06 PM